Manuel Brazuelo-Fotografía Pigmentaria

Este blog os acercará a mis trabajos con la goma bicromatada y el carbón transportado. Dos técnicas que se han convertido en mi pasión a lo largo de 31 años de trabajos ininterrumpidos. Todo comenzó en 1984 con un arduo trabajo de investigación en bibliotecas de Europa y América del Sur, lo que me permitió tomar contacto con los maestros de la época, desglosando paso a paso sus técnicas, hasta encontrar un método de trabajo personal que continua hoy en día evolucionando.

Mi búsqueda se centró en un objetivo claro, conseguir que las copias a la goma bicromatada tuvieran la calidad y las características seriadas de la fotografía revelada al bromuro de plata. Entre una fotografía de este tipo y una en la que se emplea goma bicromatada, la diferencia solo está en la sustitución de la gelatina por goma arábiga y la plata por pigmento mineral. El resultado es el de una fotografía rica en matices y texturas, lo que siempre ha constituido para mí la verdadera esencia de mi trabajo.

Desde el año 2.003 trabajo también con cámara estenopeica, adaptando y construyendo mis propias cámaras, lo que sin duda ha contribuido a un desarrollo más exquisito y cuidado de las imágenes, especialmente las de arquitectura.

Los resultados de mi trabajo, me hacen ver, que el control relativo se controla, lo impreciso se hace preciso y lo incierto se hace cierto.

Uno de mis trabajos más singulares y personales está plasmado en la colección “Camino Exterior”. La Alhambra, paraíso soñado por mí, me invita a captar la luz que la dibuja, recorriendo su fortaleza en busca de ese negativo que la reproduce de una manera sutil y fugaz. Como cazador de negativos, recorro la fortaleza con mis herramientas de captura y reproducción, individualizando cada imagen con un día y una hora determinadas, puesto que el sol en su recorrido anual, no incide de la misma manera en todos los sitios, desapareciendo de otros, incluso por completo, según la época del año en la que nos encontremos. La presencia del sol es condición indispensable para que la cámara estenopeica funcione correctamente. Las largas exposiciones de la cámara obscura dejan actuar libremente a la luz, moviéndose y dibujando más allá de lo que podemos ver en un instante o en muchos instantes. Durante la toma vas viendo la poesía de la luz en la piedra, en su color y en su forma. Recorriendo la fortaleza me siento poseído por la curiosidad de descifrar lo que allí está escrito. De torre en torre, atravesando puertas y arcos, el tiempo que permaneces en cada toma te hace también parte integrante de lo que allí plasmaron escritores, fotógrafos, pintores, visitantes y guías. Mi camino se desarrolla dentro de un círculo que cuenta las dos caras de una misma torre.